En aquel momento en que ese humilde EQUIPO dio hasta entonces su mejor examen, se me ocurrió titular: “Se diplomaron de Leones”, haciendo referencia al bien ganado apodo que indiscutiblemente y casi por decantación se les bautizó.
Hoy, como osado corresponsal, reporto experiencias y sensaciones vividas en Río de Janeiro durante lo que podríamos llamar “el posgrado ideal”.
CAMINO PREVIO. No conformes con el título académico logrado en La Haya, ellos siguieron estudiando, día a día, hora a hora, apunte por apunte, libro por libro. Cada materia fue rendida con satisfacción; nota mayor o nota menor, el “aprobado” era alcanzado. Pasaron algunos Champions Trophy, Torneos Cuatro Naciones, World League, Panamericanos, test match, etcétera. La preparación fue precisa, el examen final estaba cerca y las horas de estudio fueron incontables.
PRESENTACIÓN FINAL. La tesis del exigente curso fue en las aulas de Deodoro, sede para la disciplina en Río 2016. El programa para el trabajo final que debía presentarse era intenso, ya que grandes potencias esperaban para arrojar su pregunta más incisiva sobre este grupo estudioso y dedicado.
Las primeras bolillas fueron difíciles: tablas con el temible profesor Maximiliano Caldas y su casi imbatible equipo holandés, en un trámite primero adverso pero remontado con valentía; seguidamente, dura victoria con los siempre peligrosos benjamines de Norteamérica (Canadá), a quienes se respetó desde lo formal pero se respondió con soberbia actuación; casi sin descanso, traspié con los exigentes asiáticos de la India, interminables y conocedores de ésta cuestión dejaron su sello en la contienda confirmando que la graduación no sería sencilla. Para no relajarse, otra vez tablas, con los bicampeones olímpicos (Alemania), los candidatos a seguir engrosando su curriculum vitae a priori; por último, victoria ajustada aunque no menos merecida ante Irlanda que, si bien era de esperar, nunca es segura en este templo lleno de aspirantes superdotados y de coeficiente superior a la media.
Podrían haberse conformado con promocionar ésta primera parte, un objetivo parcial cumplido, superando lo hasta aquí logrado históricamente, y dejar al próximo turno con más tiempo de estudio y repaso la posibilidad de graduarse. Pero eso no pasó por la cabeza de este grupo convencido de sus capacidades adquiridas, porque solo ellos sabían qué tan bien preparados estaban.
DESAFÍO FINAL. El examen escrito de tres preguntas, la definición. 1) La suerte no fue aliada de los ibéricos que tuvieron que enfrentar a los ya envalentonados Leones hambrientos de gloria, quienes escribieron sus mejores párrafos para contestar con “superado” la primera pregunta de la prueba final. Sin vacilar ni cambiar caligrafía, dejaron claro en qué idioma expresaban sus conceptos, siempre prudentes pero concisos.
2) Con más confianza que nunca, pero manteniendo el perfil humilde y conservador, leyeron detenidamente el cuestionario que presentó el conocido equipo teutón. Éste, advertido del potencial del pupilo, aunque confiado de su trayectoria y expectativas, se sorprendió ante semejante nivel cognoscitivo. Sin vacilar, como alumnos preparados para responder cualquier cuestionario, los Leones se despacharon con una respuesta tan completa como sobrada, escribiendo desde el inicio cinco renglones indiscutibles y recibiendo el felicitado de propios y ajenos.
3) La pregunta final tal vez estaba demás sobre la mesa, dos de tres ya garantizaban el nuevo título para exhibir, esta vez no de grado (como el bronce de La Haya) sino de posgrado. Solo quedaba definir el color de la nota. El resultado es o pudo haber sido anecdótico, pues la graduación permite un aprobado o un sobresaliente y la nota no figura en el diploma ya obtenido.
No obstante, el grupo estudió TODO, pacientemente leyó la pregunta, la analizó, interpretó y la disfrutó con el placer de haber dejado lo estudiado sobre el papel.
¡SOBRESALIENTE, 10, FELICITADO DOCTORES!
Facundo Álvarez Daneri
Jugador y presidente de la Subcomisión de Hockey sobre Césped del Paraná Rowing Club (PRC). Integrante de la camada inicial de hockey sobre césped de caballeros en Entre Ríos.